Adecuación a la nueva norma eléctrica, inestabilidad del sistema de control centralizado y la autorización sanitaria para funcionar son algunas de las condiciones que hacen “muy difícil” que nuevo hospital pueda entrar en funcionamiento en lo que queda del 2022.
El proyecto del cambio de casa hacia la construcción nueva del Hospital de Curicó y que tenía fecha de concreción ahora en el mes de diciembre, se encuentra prácticamente postergada en cuanto a su puesta en marcha. Por ello, más probable que sea en la primera parte del 2023 en que el edificio pueda estar en condiciones de abrir sus puertas a la comunidad, ya que antes debe ser subsanada una serie de situaciones que han aparecido en el camino.
Hace algunas semanas, la dirección del Hospital anunció que el mes de diciembre sería “clave” para la puesta en marcha, por etapas, paulatino, del nuevo edificio construido en la parte norte de la ciudad, con más de 200 mil millones de pesos como inversión. De hecho, la idea era hacer coincidir una visita que efectuaría a la zona el subsecretario de Redes Asistenciales con la apertura gradual del flamante inmueble.
Observaciones
Ello, derechamente no podrá ser y quienes comenzaron a encender las alertas fueron los funcionarios y trabajadores del hospital, quienes advirtieron que era mejor no apurar los pasos de apertura, ya que habían observaciones que no han logrado ser zanjadas en el nuevo inmueble y problemas que se han ido detectando durante el último mes, en su mayoría de tipo técnico.
Y tenían razón, ya que a las falencias que mencionaron los trabajadores se han ido sumando nuevas, que por sus envergaduras hacen dejar de pensar en diciembre, y optar por lanzar un plazo más abierto, es decir la primera parte del próximo año, “una vez que todo esté en condiciones, para nuestros pacientes y para nuestros funcionarios”, reconoció el director del Hospital, Mauro Salinas.
Autorización sanitaria
El directivo indicó que, por ejemplo, hay un trámite esencial, que si no se cuenta con él, el hospital no puede funcionar y es lo que dice relación con la autorización sanitaria que debe ser visada y entregada por el Servicio de Salud. “Por esto, es muy difícil que esta apertura gradual planificada, sea efectiva este año, lo vemos muy lejano, muy difícil”, afirmó.
Una vez que se cuente con la autorización sanitaria recién ahí se pensará en el cambio paulatino respecto a la atención ambulatoria del nuevo hospital. A ello se agrega situaciones que deben ser abordadas por la empresa constructora, y en especial en lo que dice relación con la nueva normativa eléctrica, la que al nuevo edificio, le colocó nuevas exigencias, como también ha ocurrido con otros proyectos en la zona.
Normativa eléctrica
“En este sentido hay temas de normativa eléctrica que se debe cumplir, y en eso vamos a ser bien enfáticos en que así ocurra, más considerando que no debe haber riesgos para la seguridad de nuestros pacientes y de nuestros funcionarios”, agregando Salinas que esto no significa un cambio o reemplazo de los sistemas instalados, sino que un “ordenamiento” .
Esto fue complementado por Alejandro Muñoz, Subdirector de Operaciones, quien indicó que en esto “hay un trabajo grande que va a tener que hacer la constructora, en base a la norma eléctrica con la que parte este proyecto, del 2003, la norma antigua, y lo que ocurre es que la constructora no va a tener que entrar a ‘picar’, ni sacar instalaciones que ya estén hechas, sino, más bien, va a tener que reordenar para cumplir con la nueva norma, por un tema meramente de seguridad, pero no menor”, aseguró el profesional.
Control Centralizado
De paso Muñoz, sumó otra de las situaciones que está siendo atendida y que corresponde al Sistema de Control Centralizado, “el cual en un primer momento funcionaba de buena forma, sin embargo todas esas pruebas que se hicieron, se realizaron en forma parcial y ahora cuando le pusimos mayor carga al sistema, la estabilidad de este empezó a fallar, empezó a caer por sectores y es un trabajo al que está abocada la constructora, incluso con los fabricantes de los equipos para ver cuál es la causa de esta inestabilidad del control centralizado”, explicó.
Camas y funcionarios
Dos de las inquietudes que han venido planteando los gremios de funcionarios del hospital, es lo que dice relación, con que el número de camas que aseguraron “es el mismo que operan en el actual hospital, poco más de 300”, sobre lo cual el Director del centro asistencial precisó, “que el nuevo hospital contará con una capacidad de 400 camas”.
Más camas, más personal
En lo que tiene que ver con el personal, Mauro Salinas, indicó que la incorporación de nuevos funcionarios irá siendo paulatina. “De hecho, tenemos una brecha de recurso humano que todavía nos debe llegar; ha llegado hace poco un nuevo decreto para lo que dice relación con atención ambulatoria y así paulatinamente”.
Sostuvo “que en los nuevos decretos que nos vayan llegando nos van a permitir nuevas plazas para más funcionarios y con ello también más camas, recordando que el proyecto considera 400 camas, es decir que en la medida que vaya llegando más recurso humano vamos a ir abriendo más camas”, agregó.
Sin plazos
En torno a los plazos de una eventual apertura del nuevo edificio, Salinas reconoció que “la idea era el mes de diciembre”, y sería todo en forma gradual, inicialmente con la atención ambulatoria. “Eso es hoy muy difícil, estamos trabajando que sea lo antes posible y para ello debemos solucionar situaciones”, no comprometiéndose con plazos concretos, ya q ue “todo dependerá de cuando se den las condiciones de calidad y seguridad para nuestros pacientes y nuestros funcionarios”.
En esta misma línea, el Delegado Presidencial Provincial, José Patricio Correa, se comprometió a establecer una mesa de trabajo con los gremios y representantes de los funcionarios del Hospital para abordar las inquietudes y observaciones que estos han presentado. “Si es necesario, se va a postergar hasta que sea necesario, porque la idea es que el hospital funcione cuando esté en condiciones óptimas de hacerlo”, puntualizó la autoridad de gobierno.