De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 325 millones de personas en el mundo tienen hepatitis B o C. Además, es la segunda patología infecciosa que causa más muertes, luego de la tuberculosis.
Por eso es tan importante dar a conocer las medidas de prevención, entre las cuales se encuentra la celebración del Día Mundial Contra la Hepatitis, que se conmemora cada 28 de julio.
¿Qué dicen los expertos sobre esta enfermedad?
El Dr. Gabriel Mezzano, hepatólogo de Clínica Universidad de los Andes, explica que esta enfermedad corresponde a la inflamación del hígado asociada a la infección provocada por uno de los cinco virus que provocan esta enfermedad: A, B, C, D y E.
¿En qué consiste cada una de ellas?
Hepatitis A (VHA):
Se contrae principalmente por la ingesta de agua o alimentos contaminados, o por el contacto directo con personas u objetos infectados. No siempre presenta síntomas, pero si se dan, pueden ser náuseas, vómitos, fatiga, dolor abdominal y malestar general. Además, puede notarse ictericia (color amarillento en la piel y ojos). Habitualmente el curso es agudo y no requiere tratamiento específico, sin embargo, existen casos de mayor gravedad.
Hepatitis B (VHB):
Se contagia a través de fluidos corporales: sangre (compartiendo jeringas o por tatuajes, por ejemplo), por vía sexual o de la madre al hijo durante el embarazo y parto. Esta infección puede ser grave y crónica, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas.
Puede dar síntomas como malestar general, dolor abdominal, orina de color oscuro e ictericia. Las principales medidas de prevención son la vacunación y el autocuidado.
Hepatitis C (VHC):
Se contrae por contacto con sangre contaminada, ya sea por agujas, tatuajes y piercings, también un factor de riesgo es el haber recibido una transfusión de sangre previo al año 1996 y, en menor proporción, el contagio por contacto sexual. Suele hacerse crónica y puede ser asintomática hasta que desarrolla daño hepático avanzado, el que se manifiesta con malestar general, ictericia, presencia de hemorragias y hematomas, entre otros. Hasta un 30% de los pacientes con infección crónica por VHC, puede desarrollar cirrosis e incluso cáncer hepático.
Hepatitis D (VHD):
Si bien es originada por el virus de la hepatitis D, este sólo puede replicarse en presencia también del virus de la hepatitis B, ya que necesita de sus componentes para completar su ciclo de replicación. Se transmite principalmente, a través de la sangre y el contacto sexual con una persona infectada, también de madre a hijo durante el parto.
Sus síntomas pueden variar y ser similares a los de la hepatitis B: ictericia, náuseas, vómito, fatiga, dolor abdominal y orina oscura.
Hepatitis E (VHE):
Comúnmente es transmitida por consumir agua o alimentos contaminados con heces que contienen el virus. Sin embargo, también puede transmitirse de persona a persona en relación a una higiene deficiente.
También puede manifestarse con fatiga, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, fiebre, dolor abdominal y orina oscura. En algunos casos, puede agravarse y ser mortal.
¿Hay medidas para prevenir la enfermedad?
Una de las medidas más eficaces en la prevención ha sido la implementación de la vacuna en el Programa Nacional de Inmunizaciones de Chile que contempla la vacunación contra la hepatitis B en las primeras 24 horas de vida y otra dosis dentro de la vacuna hexavalente a los dos, cuatro, seis y 18 meses de vida. Además, desde el año 2018 se incorporó al Plan una dosis de hepatitis A para los niños de 18 meses en adelante y, de forma particular, se puede sumar otra dosis seis meses antes o después de esta.
¿Que más dijo el facultativo?
“Junto con la vacunación, estamos poniendo todos los esfuerzos para aumentar la pesquisa del virus, especialmente en mayores de 45 años, con campañas informativas a nivel nacional y campañas de tamizaje con médicos a lo largo de Chile con test rápidos para VHB y VHC”, afirma el Dr. Mezzano.