Desbaratan nutrida banda que ingresaba droga y artículos a la cárcel de Curicó

 

Escuchas telefónicas y filmaciones establecieron a 13 personas en los delitos tráfico de drogas y cohecho. Gendarmería repudió los actos y confirmó la baja de los involucrados, mientras que fiscalía anunció más diligencias para establecer si hay más integrantes en la red

CURICO.- Escuchas telefónicas, filmaciones ocultas, y seguimientos, permitieron desbaratar una nutrida banda delictual, la que operaba en el entorno e interior de la cárcel de Curicó, hasta donde gendarmes ingresaban ilícitamente diversos productos, como teléfonos celulares y droga, los que luego eran comercializados entre los internos del centro penal.

Las diligencias iniciadas en el mes de julio por un equipo especializado de Gendarmería, y luego complementadas por la Brigada Antinarcóticos de la PDI de Curicó, permitieron detener a 9 personas, entre ellas 4 gendarmes que se desempeñaban en el centro penal de esta ciudad, a quienes se agregan 3 internos que por su parte eran los encargados de vender las especies.

Filmaciones

Las acciones, como las filmaciones e interceptaciones telefónicas ratificaron que los gendarmes “recibían cosas en la vía pública, y a cambio de esto se les entregaba sumas de dinero, para posteriormente ingresar al complejo penal, con la droga y también con otros elementos, como teléfonos celulares, equipos de música, y otros artículos prohibidos”, explicó el fiscal Rodrigo Pizarro.

Según las “filmaciones y escuchas”, dos de los custodios “tienen participación en el delito de tráfico y de coecho, mientras que los otros 2 solamente en el de cohecho”, agregando que las sumas de dinero que recibieron dependían “de la cantidad de droga que era entregada para el ingreso a la cárcel, o por el volumen del paquete encomendado, para ser entregados a los internos”.

Sorprendidos

De hecho el miércoles, se esperaba a uno de los gendarmes quien fue sorprendido ingresando pasta base, mientras que el otro funcionario fue también detenido al ubicársele teléfonos celulares. A la vez se allanó en esa jornada un domicilio de la madre de uno de los internos involucrado, ubicándose allí casi 4 kilos de la misma droga.

El fiscal precisó que se añade otro individuo, prófugo, “y con orden de detención, ya que se trata de un condenado, que estaba con pena sustitutiva de reclusión nocturna, y esta persona pagaba dinero a los funcionarios de gendarmería para que no se informara de los incumplimientos”, cuando este no llegaba a dormir, y “así evitaba que le fuera revocada la pena sustitutiva”.

Dados de baja

En tanto el director regional de Gendarmería, Coronel Alejandro Fuentes, dijo “rechazar profundamente este tipo de ilícitos”, afirmando que se “ha cursado la baja de los funcionarios”. Añadió que la institución se encuentra dolida, “ya que gendarmería no acepta estas situaciones, las rechaza y las combate a través de estos controles que en este caso fueron exitosos”.

Indicó el uniformado que los ahora ex funcionarios correspondían 3 cabos y un suboficial, este último con 20 años de servicio. Al ser consultado por las condiciones laborales y de sueldos que habrían llevado a los gendarmes a delinquir, Fuentes enfatizó “que ello no es justificación para que funcionarios de gendarmería cometa este tipo de ilícitos, ni mucho menos narcotráfico”.

Prisión y medidas

En la audiencia de formalización, el tribunal determinó aplicar prisión preventiva para uno de los gendarmes, la que cumplirá en un centro penal de la región, mientras que para otro de los ex uniformados se dictó arresto domiciliario total, ambos por los delitos de tráfico y cohecho. Para los otros 2 gendarmes se determinó firma mensual, por el delito de cohecho.

De los 5 civiles detenidos, una mujer esposa de uno de los gendarmes quedó con arresto nocturno, y los 4 restantes en prisión a lo igual que los 3 internos que ya estaba en la cárcel. Los plazos de cierre de investigación quedaron en 4 y 6 meses respectivamente.

Mauricio Poblete