Muerte de joven curicano dio nueva oportunidad de vida a pacientes en Santiago y la región del Maule


CURICO.- Luego de más de 4 días en estado de agonía y cuando la esperanzas estaban sepultadas, finalmente el equipo de profesionales del Hospital de Curicó determinó, con la autorización de familiares de la víctima, desconectar de los respiradores automáticos al joven de 27 años de edad que a mitad de la semana pasada resultó con un balazo alojado en su cráneo, que le ocasionó la irreversible muerte cerebral.

Recordar que el grave hecho se registró pasadas las 09:20 horas del pasado miércoles, al interior de una vivienda del pasaje 12, perteneciente al populoso sector poblacional Prosperidad. Allí, según antecedentes preliminares, el vecino identificado como Alejandro Antonio Seguel Ureta manipulaba un arma de fuego, desde el cual se percutó un disparo cuyo proyectil dio de lleno en la cabeza del joven.

El disparo generó una lesión de extrema gravedad en la zona cerebral de Seguel, estado que no logró ser revertido por el esfuerzo desplegado por el personal médico del Hospital, por lo que durante el fin de semana y luego que se agotaran las esperanzas de vida, se determinó sugerir a la familia de la víctima la desconexión de los respiradores artificiales, ya que clínicamente la condición era irreversible, explicó el Jefe de la unidad de pacientes críticos, doctor Jorge Canteros.

“El día 27 de octubre, en la mañana, ingresó a nuestro servicio de urgencia un paciente joven de 27 años de edad, presentado una herida de arma de fuego, en el cráneo; efectivamente su evolución fue hacia un daño irreparable, evolucionando a muerte encefálica, tras lo cual se informó a la familia”, agregó.

El profesional indicó que así con la autorización de la familia, se activó el equipo de procuración, es decir, la unidad promotora de la donación de órganos, lo que permitió que el corazón de Seguel Ureta salvara una vida en la región metropolitana, mientras sus riñones dieron una nueva oportunidad, por la que esperaban, trasplantes, en el hospital regional de Talca.

Jorge Canteros, junto con agradecer el gesto de la familia, destacó esta solidaridad por dar vida a otras personas que poseen esa nueva oportunidad.

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